Bañarse o nadar con Lentes de Contacto: ¿seguro o arriesgado?
Usar lentes de contacto mientras te bañas o nadas puede parecer inofensivo, pero en realidad, no es una práctica segura para la salud de tus ojos.
Aunque puede ser tentador dejarlos puestos para mayor comodidad o para no perder visión, los riesgos de exponer tus lentes al agua son significativos y pueden derivar en problemas graves.
En este artículo, te explicamos por qué no deberías usar lentes de contacto en el agua, qué riesgos implica y cómo proteger tus ojos en estas situaciones.
¿Por qué no debes usar lentes de contacto al bañarte o nadar?
El agua, ya sea de la ducha, una piscina, el mar o un lago, no es estéril. Contiene bacterias, virus y otros microorganismos que pueden adherirse a los lentes de contacto y causar infecciones oculares graves.
Los riesgos principales incluyen:
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Exposición a bacterias peligrosas: El agua puede albergar microorganismos que pueden causar infecciones.
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Absorción de contaminantes: Los lentes de contacto pueden actuar como esponjas, absorbiendo químicos presentes en el agua, como el cloro, que puede irritar y dañar tus ojos.
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Desplazamiento o pérdida de los lentes: En actividades como nadar, los lentes pueden salirse o moverse, causando molestias y dificultando la visión.
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Sequedad e irritación: El agua puede alterar la película lagrimal natural de tus ojos, provocando sequedad e incomodidad.
¿Qué pasa si accidentalmente entras al agua con lentes de contacto?
Si usaste lentes de contacto mientras te bañabas o nadabas, sigue estos pasos para minimizar el riesgo:
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Retira los lentes de inmediato: Con las manos limpias, quítate los lentes tan pronto como sea posible después de estar en contacto con el agua.
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Límpialos correctamente: Si son lentes reutilizables, límpialos y desinféctalos con una solución específica para lentes de contacto antes de volver a usarlos.
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Vigila tus ojos: Si notas enrojecimiento, dolor, sensibilidad a la luz o visión borrosa, consulta a tu oftalmólogo de inmediato.
¿Cómo proteger tus ojos si necesitas ver en el agua?
Si no puedes prescindir de visión clara mientras estás en el agua, considera estas alternativas más seguras:
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Usa gafas de natación graduadas: Son una opción ideal para nadadores frecuentes, ya que corrigen tu visión sin riesgos para tus ojos.
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Opta por lentes de contacto diarios y gafas de natación: Si prefieres usar lentes de contacto, opta por desechables diarios y combínalos con gafas de natación ajustadas para evitar el contacto directo con el agua.
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Consulta a tu oftalmólogo: Pregunta sobre opciones específicas para tus necesidades visuales si nadas regularmente.
¿Qué tipo de agua es más peligrosa para los lentes de contacto?
Todas las fuentes de agua representan un riesgo, pero algunas son más peligrosas que otras:
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Agua de piscinas: Contiene cloro y otros químicos que pueden irritar tus ojos y dañar los lentes.
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Agua del mar: La salinidad puede resecar tus lentes y causar molestias.
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Agua de lagos o ríos: Estas aguas son más propensas a contener microorganismos.
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Agua de la ducha: Aunque parece inofensiva, el agua del grifo también puede contener bacterias y no es apta para uso en lentes de contacto.
Reflexión final
Bañarte o nadar con lentes de contacto es una práctica que puede comprometer seriamente la salud de tus ojos. Para evitar infecciones y daños oculares, es mejor quitarte los lentes antes de entrar al agua o usar alternativas más seguras como gafas de natación graduadas.
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Nota: Este artículo ha sido generado con el apoyo de una IA con fines informativos únicamente. No es asesoramiento médico ni sustituye la opinión de un profesional de la salud ocular. Consulta a un optometrista u oftalmólogo antes de tomar decisiones sobre el uso de lentes de contacto.